Programa busca proteger la biodiversidad del Valle Central, fortalecer la producción vitivinícola y afrontar el cambio climático, en una de las zonas más amenazadas por este fenómeno en el país. Cerca de 20 viñas y 3500 personas, han sido parte de esta iniciativa. Paz Durán, bióloga e investigadora postdoctoral del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, explicó alcances de iniciativa durante Cumbre Social por la Acción Climática.

Proteger la biodiversidad en el valle central y afrontar los embates del cambio climático en esta zona, es una estrategia virtuosa que también está contribuyendo a fortalecer la industria vitivinícola nacional. Así lo mostró Paz Durán, bióloga e investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad de Chile, IEB, y del Programa Vino, Cambio Climático y Biodiversidad – VCCB-. Sus aportes fueron entregados durante la Cumbre Social por la Acción Climática, que se está desarrollando en el Centro Cultural Tío Lalo Parra, en Cerrillos, Santiago.

Suelos que actúan como verdaderas esponjas y vegetación endémica en cerros aledaños, entre otros tesoros naturales, se alojan en el sector vitivinícola del valle central, el área de mayor biodiversidad chilena, que concentra alrededor de un 50% de toda la vegetación que hoy conocemos. Sin embargo, son estos mismos territorios, los que se verán más afectados por el cambio climático en nuestro país, aseguran los científicos del IEB. ¿Qué se está haciendo al respecto?

Paz Durán, investigadora postdoctoral del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, durante Cumbre Social por la Acción Climática.

“La biodiversidad es una de las estrategias de protección y mitigación más importantes para combatir este fenómeno ambiental y en ese contexto, hemos comprobado que el sector productivo juega un rol fundamental. A través de este proyecto, hemos capacitado a casi 3500 personas, pertenecientes a más de 20 viñas, entidades que a su vez representan un 70% de la producción vitivinícola nacional”, comenta la investigadora postdoctoral.

Al respecto, Paz Durán señala que el trabajo continuo de esta iniciativa, creada el 2008 por la bióloga Olga Barbosa, se ha reflejado en un entendimiento más amplio sobre el rol de la biodiversidad y su relación con el vino y la identidad de este producto. Asimismo, la labor del VCCB también se ha traducido en un aumento de las zonas protegidas dentro de los viñedos.

Vino y cuidado medioambiental

La investigadora postdoctoral del IEB, exhibió los avances de esta iniciativa a través de un documental realizado junto a la productora Cábala, el cual fue premiado en Francia como mejor largometraje, en el marco del Festival Internacional de Cine y del Vino y la Vid Oenovideo 2018. El filme, se realizó en Viñedos Emiliana, en Viña San Pedro Tarapacá, Viña Apaltagua y en laboratorios de la Universidad Austral y del IEB, mostrando el trabajo de diagnóstico del entorno, capacitación y conservación del territorio, que reunió a científicos y trabajadores de estas viñas, en una red de cooperación que busca seguir creciendo con el tiempo.

¿Por qué es tan importante preservar la biodiversidad? La relación entre el bosque y las viñas es fundamental. El valle central de Chile es una de las áreas más afectadas por el cambio climático y se estima que el alza de las temperaturas también podría poner en riesgo a la industria del vino y trabajadores del rubro. Por eso, la apuesta es apoyar la producción sustentable, y el fomento de prácticas de manejo que permitan cuidar el medioambiente y disminuir el impacto sobre éste.

Estos territorios además, albergan hábitats únicos en el mundo, también llamados hotspot de biodiversidad. En ese contexto, el bosque nativo y matorrales en cerros, resultan fundamentales para conservar la vida y cuidar los nutrientes, mejorar las condiciones del agua en los suelos, ayudar a disminuir la temperatura y prevenir aluviones, entre otros fenómenos. Los investigadores del Programa VCCB, sostienen que los bosques también son importantes porque entregan los recursos necesarios para que otras plantas vivan y se refugien animales.

Para integrar la preservación ambiental en este sector productivo, una de las ideas que fomenta el programa, es que exista la mayor cantidad de áreas de conservación junto a corredores biológicos, que son verdaderos manchones de bosques y franjas de vegetación que se introducen en las zonas de cultivo.

Otro punto, que destacan los investigadores del IEB, es el valor de la biodiversidad en la propia identidad de los vinos que se producen en el valle central. Así también quedó demostrado en el documental, donde se evidenció que estudios basados en el uso de herramientas moleculares de última generación, sugieren que el bosque regula la presencia de microorganismos claves en la fase de fermentación, como levaduras y bacterias, los cuales implantan características organolépticas únicas en vinos chilenos.

Ciencia y sociedad

Generar un vínculo cercano entre ciencia y sociedad, es un aspecto fundamental para Paz Durán, y un punto a destacar en esta Cumbre Social por la Acción Climática. “Debemos seguir fortaleciendo los canales de comunicación y la transferencia de conocimiento, para que la ciencia tenga un mayor efecto y en muchas de las problemáticas que hoy enfrentamos, como el tema del agua o las zonas de sacrificio. De hecho, creo que si diversos sectores sociales, como la comunidad científica, hubiésemos levantado nuestra voz mucho antes frente a la escasa voluntad política, algunos problemas serían menos graves. Y por eso, hoy tenemos una gran responsabilidad con la sociedad”, puntualiza la investigadora del IEB

Fuente: www.elmostrador.cl